Pedro Sánchez asume el fracaso en Madrid pero no tocará el rumbo del Gobierno

«No hemos sabido conectar con un estado de ánimo», admiten los socialistas tras el abrumador respaldo a Ayuso.

La contundencia de la derrota invalidaba los paños calientes que se pretendieron poner. El resultado de las elecciones madrileñas es un varapalo tan severo que la dirección nacional del PSOE, liderada por Pedro Sánchez, se vio obligada a asumir el fracaso. «No hemos conseguido centrar nuestro mensaje»; «no hemos sabido conectar con un estado de ánimo»; «podemos fallar en la comunicación, en la oferta del proyecto político»…

Han sido algunos de los mensajes que salieron de Ferraz, sede nacional socialista, ante una campaña asumida y dirigida desde La Moncloa, en concreto por Iván Redondo, jefe de gabinete de Sánchez. Sin embargo, la gravedad de la derrota no supondrá que Sánchez modifique el rumbo del Gobierno. El jefe del Ejecutivo no prevé cambios a día de hoy, pese a que hay voces en el PSOE que creen necesario algún tipo de giro. El acto de contrición que ha querido escenificar el PSOE 48 horas después del batacazo, y tras intentar acotar la derrota a Madrid para blindar al Gobierno, implica poner en el foco a los estrategas de Moncloa, que dirigieron la campaña madrileña.

«Después de las elecciones no podemos actuar como antes, tenemos que seguir confrontando con la derecha pero no podemos confrontar con lo que han expresado los ciudadanos en las urnas», ha sido la reflexión vertida por José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal que ha analizado los resultados electorales. La abrumadora mayoría conseguida por la derecha y el hundimiento del PSOE, viéndose superado incluso en votos por Más Madrid, puso de manifiesto que la campaña no logró contrarrestar o frenar a Isabel Díaz Ayuso. «La estrategia tiene que ver mucho con la comunicación; han podido apreciarse diferentes posicionamientos», ha sido una de las conclusiones de la Ejecutiva socialista. Se admite que ha habido «situaciones en que no hemos podido controlar ese clima de polarización».